Treinta y siete pequeñas maneras de estorbar

    Una vez leí un hermoso texto de José Luis Martín Descalzo titulado Veinticuatro pequeñas maneras de amar, muy recomendable, por cierto. En él desgranaba de forma amable y concreta, veinticuatro maneras de amar a los que están a nuestro alrededor. Como yo no llego a la altura de Martín Descalzo ni de broma, me cuesta escribir algo parecido a eso. Pero, sin embargo, no me resulta demasiado difícil hacer una lista de las maneras de estorbar que tiene la gente. 

Aquí van treinta y siete: 

1. Aparcar el coche en la calle o en un aparcamiento ocupando dos plazas.
2. Hablar, hablar y hablar sin escuchar.
3. Pararse en medio del pasillo en el supermercado con el carrito cruzado impidiendo el paso al resto de clientes.
4. Ceder a todos los caprichos de los hijos.
5. Caminar cambiando de dirección de golpe sin mirar si viene alguien por detrás.
6. Ir con el paraguas abierto por los soportales en día de lluvia.
7. Regalar un móvil a un niño por su primera comunión, es decir, con 8 años.
8. Usar cacharros en la cocina y dejarlos sucios en el fregadero sin ponerles si quiera un poco de agua para que no se resequen.
9. Llevar al perro suelto por la calle o por el parque por el que pasa más gente.
10. Hablar por teléfono a voz en grito en un transporte público.
11. Decir que todos los políticos son iguales y que todos son unos chorizos.
12. Hacer festivales benéficos en los que se supone que ayudas un poco a unos niños pobres sin hacer nada por cambiar lo que les empobrece.
13. Llegar tarde a los sitios.
14. Atiborrar de regalos a los niños en Navidad.
15. Cocinar coliflor con las puertas y las ventanas abiertas.
16. Decidir cosas por hijos que ya tienen la madurez para decidirlas por sí mismos.
17. Dejar la botella de agua o la caja de leche vacías en el frigo después de haberla acabado.
18. Tratar de evitar cualquier sufrimiento a tus hijos.
19. Dejar cosas en los bolsillos de los pantalones cuando los pones a lavar.
20. Conducir con las luces largas cuando viene otro coche de frente.
21. No tirar de la cadena después de usar el WC.
22. Hablar mal a tus hijos de su padre/madre.
23. Dejar el teléfono con el tono de llamada bien alto para que suene a todo volumen en plena misa, película de cine u obra de teatro.
24. Ir por la calle mirando el móvil sin levantar la cabeza.
25. Dejar la ventana abierta durante el día en pleno invierno y con la calefacción encendida.
26. Pagar salarios injustos e insuficientes.
27. Dar soluciones a problemas sin escuchar al que los padece.
28. Poner a todo volumen villancicos navideños estridentes cantados por niños en los altavoces de las calles.
29. Decir que te vas a encargar de hacer algo y no hacerlo.
30. Mandar tocar la flauta en casa como deberes a los alumnos.
31. Dar premios a los hijos por cosas como estudiar o colaborar en tareas domésticas.
32. Ser un mal profesional o un incompetente en tu trabajo.
33. Encontrarse con un conocido en la puerta de un comercio y ponerse a charlar impidiendo el paso al resto de personas.
    
34. Girar con el coche sin dar el intermitente.
35. Estar de cháchara con el vecino en el rellano de la escalera con la puerta del ascensor abierta.
36. Castigar a los hijos en pleno enfado y cuando se te pasa el enfado, levantarle el castigo.
37. Poner la tele a todo volumen o dejarla encendida cuando no la estoy viendo.

Hasta aquí la lista.

Confieso que según voy escribiendo me van surgiendo más y más, pero en algún momento tengo que parar porque noto que mi espíritu se avinagra como el de Mr. Scrooge, el viejo gruñón y avaro del Cuento de Navidad de Charles Dickens.

Una forma básica de amar, me parece a mí, es no estorbar. A juzgar por lo que veo por ahí, resulta ser más difícil de lo que a mí me parecía. Así que puede ser un buen propósito para la Navidad y el Año Nuevo: estorbar menos.