Reducir y dejar que se revele

Entro en el despacho de Pedro Chico y le veo haciendo un esquema. Pedro, para los que no le conozcáis, es un hermano de la Salle con el que comparto/reparto estas páginas. Él escribe las segundas quincenas de mes. Yo, las primeras. Y además corrige las faltas de ortografía que a veces se me cuelan y la multitud de comas que desparramo por los textos. Él les pasa el rastrillo y los deja un poquito más aseados. Está sentado delante de la mesa haciendo anotaciones en un papel, ideas metidas en círculos unidas a otros círculos que contienen otras ideas, en relaciones jerarquizadas para explicar una realidad. Los muchísimos alumnos que Pedro Chico ha tenido a lo largo de su vida como profesor le recuerdan con mucho cariño y coinciden en cómo explicaba siempre con sus famosos esquemas. Antes de que levante la cabeza del papel y me mire, me asalta el recuerdo de lo que nos insistían en la importancia de hacer un buen resumen de los textos y un esquema cuando, de chavales, alguien nos hablaba ...