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Mostrando entradas de marzo, 2023

¿Dónde empieza la infidelidad?

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     No empieza cuando se descubre. Que las cosas salgan a la luz pone negro sobre blanco la situación y puede ser el inicio de un camino diferente. Pero la cosa no empieza ahí.                 No empieza cuando se da el contacto físico. Es cierto que es una línea roja, pero antes de que suceda ya ha habido tanta lejanía respecto del cónyuge, se han escondido tantas cosas, que el engaño ya está hecho y el contacto físico es la gota que colma el vaso. Pero la cosa no empieza ahí. No empieza el día que quedas a solas con la otra persona sin contárselo a tu cónyuge. “Total para qué, no hay nada malo en quedar con otra persona y es posible que si se lo cuento lo malinterprete y se enfade”. Y construyes así un secreto que os va alejando. Pero la cosa no empieza ahí. No empieza el día que le cuentas a la otra persona tus problemas matrimoniales o le cuentas algo sobre ti que no has contado a tu pareja. Ese día abres una ventana que te vincula con la otra persona. Ese día levantas un mu

Sentir diferente, olvidar lo sucedido, hacer ver algo y otras misiones imposibles.

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     Cuando tenemos deseos de cambiar algún aspecto de nuestra vida, lo primero que tenemos que tener en cuenta es si aquello que deseamos cambiar es una acción voluntaria o involuntaria.      Me explico. No todas las acciones que realizamos son voluntarias. Algunas no dependen de nuestra voluntad. Por ejemplo, dormir, sentir, olvidar, tener ganas… Algunas veces nos gustaría cambiarlas porque no nos convence cómo funcionan, por ejemplo, me gustaría dormir mejor. Otro ejemplo, me gustaría que las cosas no me afecten. Otro más, me gustaría olvidar lo que pasó. El último, me gustaría volver a tener las ganas que tenía de hacer cosas, antes de que pasara todo esto.      Estas cuatro acciones: dormir, sentir, olvidar, tener ganas, son acciones involuntarias. ¿Qué quiere decir esto? Que al no depender de nuestra voluntad no podemos controlarlas. Para muestra un botón. Si estás leyendo esto sentado, prueba a ponerte de pie. Lo normal (salvo alguna circunstancia excepcional) es que lo consigas